SALVAR A GODOY

 «Bando: Por Real Orden comunicada en la tarde de este día por el Excelentísimo Señor Marqués Caballero al Ilustrísimo Señor Gobernador Interino del Consejo se participa a éste, que el Rey nuestro Señor se ha servido autorizar al Príncipe de Asturias nuestro Señor, para que forme y sustancie conforme a derecho, causa a don Manuel Godoy, ya preso. Y el Consejo, enterado de ello en la posada de S.I., ha acordado se anuncie al Público esta orden de S.M. con otra, en que manifiesta que los bienes y efectos existentes en las casas que habitó en esta Corte dicho don Manuel Godoy pertenecen a S.M.; para que confiado en su justicia y la del Consejo este pueblo se tranquilice, como lo espera de su lealtad; y que todos se retiren a sus casas inmediatamente… Madrid, 19 de marzo de 1808»

Godoy es uno de los personajes de la historia que estudié en la escuela que más me hicieron aborrecer, pero que cuya vida, con el tiempo voy viendo que merece un estudio, y posiblemente una rectificación.

¿Ambicioso? ¿Y quién no lo es? Como tantos jóvenes de la baja nobleza quiso ingresar en la Guardia de Corps. Esta era una institución en la que por la proximidad a la corte, muchos de sus miembros consiguieron escalar muy alto. Algunos tuvieron suerte y llegaron a protagonizar alguna de las páginas de la historia de la España de esos años. Además de Manuel Godoy, los más destacados fueron José de Palafox, el de los Sitios de Zaragoza, Rafael de Riego, el del alzamiento de Las Cabezas de San Juan y Agustín Fernando Muñoz, el amante y después marido de la cuarta esposa de Fernando VII, María Cristina.

Y no creo que se le pueda criticar más que a otros que llegaron a ser primeros ministros. Creo que la envidia por su meteórica carrera, ocupando y acumulando los cargos que otros creían suyos por derecho de cuna, hizo que le acusaran de obtenerlos por hechos de cama. Algo que los humanos todavía hacemos, con demasiada frecuencia. Igual que por los mismos motivos, a otros los defenestramos.

Y lo peor fue, a mi modo de ver, que quien más contribuyó en su desprestigio fue el príncipe Fernando, sin importarle que al hacerlo también señalaba a su madre, la reina, acusándola de esposa adúltera y de mujer lasciva. La pobre, después de veinticuatro partos, sirva como referencia, había perdido toda la dentadura, ni creo que fuera deseable, ni pienso que ella lo deseara.

Por otra parte en la correspondencia que se conserva se aprecia que la relación con los reyes fue como la de un hijo con sus padres. Eso sí, el tono era mucho más cariñoso y respetuoso que el de sus propios hijos. Pero es que ya les conocemos al Felón, y al que dio nombre a las Guerras Carlistas.

Igual era el cariño mostrado por los reyes hacia Godoy, con frases como “solo te tenemos a ti” y “eres nuestro único amigo”. A ellos le debió Godoy que Napoleón le salvara la vida, sacándolo de España.

En cuanto a su gestión en los cargos que ocupó, fue un hombre con una serie de iniciativas, típicas de un hombre ilustrado. Hay que destacar la Escuela de Veterinaria, el Observatorio Astronómico, el Real Colegio de Medicina, el Cuerpo de Ingenieros Cosmógrafos del Estado o la Dirección de Trabajos Hidrográficos.

Curioso que se valore lo que pudo haber hecho José Bonaparte, si «le hubieran dejado». Bueno, su presunta ilustración le llevó a llevarse los tesoros y joyas cuando se marchó de España, para poder mantener el tren de vida del rey que ya no era.

¡Ah, curioso! José Bonaparte restauró las corridas de toros que Godoy había prohibido. ¿Ilustrado o populista?

La inquisición acusó a Godoy de llevar una vida licenciosa, lo que no censuró años después con el rey que la reinstauró. Puede que en agradecimiento. Pienso que influyó el que Godoy promoviera una desamortización de los bienes de la Iglesia. ¡Uy, qué ilustrado! También quiso igualar en derechos a todos los hijos habidos, fuera y dentro del matrimonio, algo que no fue bien visto por la nobleza. Quisiera destacar, sobre todo, que promovió la fundación de una escuela para niños discapacitados.

Pero todos estos proyectos no los pudo llevar a cabo, por la oposición de los nobles, de la burguesía conservadora y de la Iglesia.

Sus Majestades le concedieron multitud de títulos indispensables, para poder disponer de los ingresos que le eran necesarios, para llevar a cabo los cargos obtenidos. Esto fue causa de grandes escozores entre los altos funcionarios y la nobleza. Además, quisieron darle naturaleza de realeza, casándole con una prima hermana de Carlos IV. La afortunada era una joven de una rama despreciada de la familia real. Con este matrimonio, la corona la recuperaba para la familia, y conseguían que Godoy ingresara en ella. Quizás, la mala relación entre los contrayentes hizo que Goya, que la había tenido muy buena, con los padres de la joven, la condesa de Chinchón, tomara partido en contra de Godoy.

Ciertamente, Godoy vivió una época muy difícil, agudizada por la inestabilidad que provocó la Revolución Francesa, además de gobernar un país acosado por dos naciones que pugnaban por ser las más potentes de Europa, cuando ya España empezaba a dejar de serlo. Su historia fue siempre escrita por sus enemigos, por eso pienso que la figura de Godoy merece un estudio detallado y libre de prejuicios.

“Esta maldita Guerra de España fue la causa primera de todas las desgracias de Francia.» Esto dicen que dijo Napoleón, y quizás su venganza fue devolvernos al rey que, por otra parte tanto reclamábamos, porque sabía que sería nuestra perdición. Y apartar a quien podría levantar España de la guerra y llevarnos a la modernidad alcanzada por otros países. Cuando Godoy llegó a Francia, Napoleón no permitió que participara en las negociaciones con los reyes de España. Es llamativo que siendo los que ganamos la guerra, la situación de España fue después de la paz, peor que la de Francia.

Miguel Reseco