UN PEPINO TUERTO

Fue José Bonaparte, el hermano de Napoleón, conocido por buena parte de los españoles como Pepe Botella. Y es que con mala intención era así motejado, atribuyéndole una excesiva afición al vino. Nada tan injusto porque era abstemio, algo que claramente, le hacía un hombre poco fiable.

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También se le criticaba por ludópata (a eso le decíamos antes ser jugador), cosa que tampoco era. Era tan poco aficionado a arriesgar en manos del azar, que cuando huyó abandonando el trono de España, con él llevó una buena parte de los bienes de nuestro patrimonio nacional para asegurar su futuro. «El equipaje del rey José» tituló don Benito Pérez Galdós.

Lo que pasó es que el rey impuesto, favoreció la industria de fabricación de naipes y de elaboración de licores. Pero la antipatía que por él sentían los españoles hizo retorcer las razones que le llevaron a tomar esas medidas, tachándolo de jugador y borrachín al rey Pepino

Eso sí, era un romántico. Echaba tanto de menos a su esposa, que nunca viajó con él a España, que suplía su ausencia con damas españolas, de alta cuna y de baja cama.

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Lo menos injusto fue lo del Rey Pepino, y es que en España, a los Josés, desde siempre les llamamos Pepes.

También se mereció lo de Rey Plazuelas, porque le dio por el urbanismo creativo, y pisaba el acelerador, cada vez que veía una iglesia o un convento, tras el parabrisas de su piqueta.

De él se cantaba:

Ya viene por la Ronda, José Primero

con un ojo postizo y el otro huero.

Ya se fue por las Ventas el Rey Pepino,

con un par de botellas para el camino.

Porque también le decían tuerto por usar monóculo, ya que al llevarlo, cerraba el otro ojo para ver mejor por la lente. En referencia a semejante adminiculo también le cantaban:

La Berenjena C

Dos en la ca…

Uno en la ma

Otro en el cu

Bueno ningú…

Dos ojos en la cara, uno en la mano (el monóculo) y el cuarto en salvase la parte.

Incluso a la condecoración de la orden que creó para sustituir a la de Carlos III, por su color (véase en la ilustración), los madrileños la llamaron la Orden de la Berenjena.

Motes, motes, motes. Pero desde el cariño.

Miguelreseco

Una respuesta to “UN PEPINO TUERTO”

  1. ARC Says:

    Buena entrada y buenas letras de canciones. 🙂

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